Sabina nunca te escribió una canción.

Por aquella época la gente todavia la criticaba, era morena no mas de uno setenta, unos ojos marrones, y unos dientes perfectamente alineados, por aquel entonces yo todavia llevaba aparato y era una de las pocas cosas en las que me fijaba en una chica, ellas seguro que lo hacian en mi, pues yo lo hacia con ellas.
No se lo que me atrajo de ella, sería que nadie la podia soportar, sería que la veía un poco sola, o simplemente era para joder a los demas, pero a mi esa chica me encantaba. No era la rubia de la cuarta fila de Sabina, mas bien era una morena, que en dos años que la conocia no le habia visto soltar una carcajada, parecía como triste. No me extrañaba, tenia solamente dos amigas, en un grupo de mas de treinta, yo no tenia tampoco mas de cuatro, pero creo que podia hablar con cualquiera, cosa que ella no podía. En el fondo creo que me daba un poco de pena, y ya saben lo que dicen del amor al odio va un paso, y de la pena a la alegria no mas de un año. Así que al tercer año resucito, no como otro que lo hizo al tercer dia, ella tardo un poco mas, al tercer año resucito, la morena perdió a sus dos unicas amigas por el camino y encontró otras, y otros, ahora la gente hablaba con ella, ella hablaba con los demas, y eso me producian sentimientos contradictorios. Ahora no tenia a quien defender, me sentia como un caballero sin tener que rescatar a ninguna princesa en ningun castillo, me sentía traicionado por ella. Cierta tarde le pregunte, a la persona que durante dos años la había criticado, que porque ahora no lo hacía, que porque ahora eran amigas, no somos amigas, simplemente le estoy dando una segunda oportunidad, lo esta pasando mal, y yo la estoy ayudando. La morena lo estaba pasando mal, tenía novio, quizas lo habia dejado y por eso estaba pasandolo mal, pobrecita...que coño pobrecita, no tiene novio, ahora es tu momento. Las cosas se quedaron asi, no me atreví a decirle, creo que ahora ella es directora de no se que sucursal en no se que banco de no se que ciudad, y se ha casado con el hijo de no se que juez, de no se que juzgado, y tienen no se cuantos hijos, y tu capullo estupido pasas cada dia por la puerta de su oficina, para ir a la tuya, la oficina del INEM, porque durante los tres años que estuviste con ella en lugar de estudiar, buscabas la forma de que ella se diera cuenta que existias, y no lo lograste.
Hubiera sido mejor mandarla a la mierda desde un principio.

Morena, siempre me gustaste, siempre me gustaras, y todavia me gustas aunque no veas que te miro.

ale a cuidarse!