Escribo en el silencio de una habitación vacía, en la que las gotas de lluvia sobre el tejado marcan un incesante tic-tac.
Leo mientras en la calle el ruido de los tambores señala que los anderos avanzan sin miedo ante la lluvia.
Medito si avanzar o quedarme parado, si salir a la calle a gritar o ahogar las penas en una copa de wisky del 83.
Escucho música para evadirme, para evitar oír el silencio, para pensar que al menos por un segundo andas por aquí.
Siento el silencio y lo evito, hasta hace un tiempo casi un año el silencio me atraía, ahora me atrae salir, el bullicio de la gente, los niños gritando, la gente paseando, los novios besándose.
Ver feliz a la gente es una de las cosas más bonitas del mundo, ser felices nosotros es algo a lo que no podemos renunciar.
1 comentario:
s puede renunciar a la felicidad, si somos tan cobardes lo haremos, elmio es un fondo de sax!
saludos interesante blog!
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